jueves, 16 de febrero de 2012

Vigo - Fortaleza de O Castro

La fortaleza de O Castro formaba parte del sistema defensivo de la ciudad, junto con las murallas (hoy desaparecidas) y la fortaleza de San Sebastián, al lado del edificio consistorial, desde donde se dominaba la entrada de la ría. Los proyectos de fortificar Vigo se remontan al siglo XVI, debido a los frecuentes ataques que sufría la ciudad, sobre todo por parte de los ingleses. Pero no fue hasta 1665, en plena guerra con Portugal, cuando se iniciaron los trabajos de fortificación. 

Se construyó una muralla irregular, debido a la orografía, que rodeaba la ciudad, abierta por varias puertas y defendida por tres baluartes. En la parte más alta se encontraba el fuerte de San Sebastián. Tras el asedio de 1665, el capitán general de Galicia ordena completar las obras y fue entonces en 1666 cuando el coronel ingeniero Fernando de Gourannanbergue y el maestre de campo Diego Arias Taboada elaborarón un intenso plan de fortificación y unión de las fortalezas del O Castro y de San Sebastián. A juzgar por los escritos de la época la ciudad nunca quedó bien defendida, pues la fortaleza se encontraba rerlativamente lejos del mar y no era capaz de detener los desembarcos. Además era muy fácil llegar hasta arriba sin que el enemigo estuviera descubierto. Tres años después se terminó la guerra con Portugal y las murallas perdieron su protagonismo.
Después de varios intentos de mejorarlas, Vigo sufrió la famosa Batalla de Rande (23-24 de octubre 1702) en plena guerra de Sucesión, donde los invasores desembarcaron y saquearon nuevamente la villa. Después de esto, hubo varios intentos inútiles de fortificación de la ciudad. Cien años después(1809), el castillo de O Castro vuelve a ser protagonista debido a la invasión de los franceses, donde el 28 de marzo, la fortaleza es reconquistada por los vigueses tras una dura y heróica batalla, tras la cual los franceses se rendirían. La villa desde entonces pasa a tener el título de "Fiel, Leal y Valerosa". 
Se dice que desde la fortaleza partían varios túneles que comunicaban con distintos puntos de la ciudad, como con el castillo de San Sebastián, el centro histórico e incluso se cuenta que con el Monte de la Guía situado a más de 3 km, poco antes que el estrecho de Rande. Aún se pueden ver restos en la fortaleza de San Sebastián y hace pocos años se encontraron restos de ellos en la cercana calle de Celso Emilio Ferreiro. Al lado de las murallas del Castillo de O Castro, hasta no hace mucho era perfectamente visible la entrada de uno de esos túneles, donde se cuenta que aquí fueron ejecutados gente durante la Guerra Cívil Española. 
La fortaleza tiene forma poligonal y hoy en día se encuentra abierta al público para el disfrute de sus magníficos jardines, fuentes y esculturas, además de las maravillosas vistas de la ciudad y de la Ría de Vigo.











Las obras de construcción del Castillo se realizaron a la vez que las de las murallas y fuerte de San Sebastián. Fueron realizadas con el objetivo de defender este importante enclave costero del ataque de piratas y, sobre todo, de los portugueses con los que, tras el estallido de la guerra de independencia de Portugal, España estaba en plena guerra.

Según el padre Gándara en su libro "Armas y triunfos de Galicia" las obras del recinto amurallado comenzaron en 1656 con el diseño del entonces capitán general de Galicia Don Vicente Gonzaga. El costo de las defensas se reparte entre la ciudad y el estado español.
Los ingenieros militares Carlos y Fernando de Grunemberg estuvieron en 1665 trabajando en las fortificaciones de Vigo, especialmente en la del Castro y fueron los que propusieron un proyecto de enlace entre los castillos del Castro y San Sebastián. Pero fue el capitán Juan de Villarroel y Prado quien proyectó y dirigió las fortificaciones de Vigo desde su comienzo.
En 1665 estaba construido el primer recinto del Castillo del Castro, y en 1667 el segundo cinturón a modo de falsa braga.
En 1670 en las obras del Castillo del Castro, la primera muralla y la segunda (que era de tierra) estaban completamente terminadas, como se puede apreciar en un plano de la época del conde de Haumanes (para un proyecto que hizo para la unión del Castillo del Castro con el de San Sebastián en ese mismo año).
En 1704 se le añade un tercer recinto, dos años después de que la armada franco-española sufriera un ataque de la armada anglo-holandesa en Rande.
En un plano del Archivo Histórico Nacional (titulado "Planta del Castillo de Vigo que se llama el Castro, como ha de estar, en estado acabado") de 1705 de Eugenio Antonio Doffus Velez D´avila se puede apreciar el castillo completamente acabado. Se compone de tres recintos y un camino cubierto que conduce al reducto de San Felipe (una construcción pentagonal rodeada de una empalizada situada donde ahora hay un parque infantil en la entrada al Castro por su lado Este). 



En 1719 el castillo resistió durante siete días un bombardeo de 34 morteros del ataque inglés, que había desembarcado 5000 hombres en la playa de Samil. Los ingleses consiguieron la rendición negociada de la guarnición y ocuparon y saquearon el castillo llevándose todo el material de guerra.

El castillo fue reparado, ya que la fortificación había quedado seriamente dañada. Aun así, y aunque en 1724 se le construyó un cuartel de infantería para 250 soldados, las fortificaciones habían quedado anticuadas para los tiempos que corrían. A pesar de ello se continuó usando hasta el 28 de marzo de 1964, día en el que fue cedido al Ayuntamiento.
El Ayuntamiento, lejos de conservar lo mejor posible este patrimonio histórico de la ciudad permitió la construcción de edificaciones ilegales y especulativas sobre las murallas inferiores que además taponan las superiores. 



A pesar de que las murallas estaban recogidas como elementos protegidos el Concello permitió la construcción en 1975 del edificio (llamado edificio Montemar), infringiendo la legislación vigente en el momento de su construcción.
Se proporcionó una concesión privada al empresario Alejandro Fernández Figueroa que, además de haber explotado el edificio como el restaurante El Castillo durante tres décadas, se permitió el lujo de realizar obras ilegales como realizar añadidos que afectaron a varios elementos protegidos. 



Después de tres décadas de explotación del edificio Montemar, la concesión finalizó en julio de 2005, y el Concello se encontró con la "difícil" papeleta de dedicir su futuro.
En aquel momento estaba de alcaldesa Corina Porro, e inicialmente hizo pública la decisión del Concello de hacerse con la titularidad del inmueble para destinarlo a usos municipales, como podían ser la celebración de bodas.
Sin embargo esta primera iniciativa fue perdiendo fuerza y cobró protagonismo la idea de destinar el edificio a actividades privadas y municipales a la vez. En la planta baja se explotaría un restaurante y la planta superior se usaría para actividades municipales.
Incluso se pensó en convocar un concurso de ideas, pero éstas no se concretaron y el gobierno popular dio paso a una coalición entre socialistas y nacionalistas.
Hoy, Febrero de 2012, después de mas de un cambio de Gobierno, el edificio Montemar, con su reataurante "El Castillo", siguen en el mismo estado de abandono que hace siete años.


(Fuente: Arquitecturavigo y galiciamaxica.eu)

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