En
el centro
del pueblo,
se levanta sobre el río Bermaña uno de los mayores atractivos: el Puente Romano. Este puente es, desde hace años, lugar de paso de cientos de
peregrinos procedentes de Pontevedra que continúan su camino hacia
Santiago de Compostela.
El
puente está en perfecto estado de conservación. Consta de tres
arcos romanos de medio punto. La calzada y sillería superior son de
época medieval.
Otro
de los puentes romanos de Caldas está situado en Segade,
aproximadamente a 2 km. de distancia del centro urbano, en el sendero
que nos lleva a la cascada. Fue restaurado parcialmente hace unos
años, pero mantiene su estructura original. Es un puente de un único
arco.
A lo largo de este sendero encontraremos también restos de una calzada Romana, incluso a modo de puente sobre el río.
El
puente romano más grande está situado sobre el río Umia, en
la entrada
de Caldas.
Consta de cinco arcos de medio punto y duelas uniformes. Ha sufrido
numerosas reformas, quedando muy poco de su estado primitivo.
Cabe
destacar que en el escudo de Caldas de Reis, aparecen representados
dos de estos puentes: el puente romano del centro de la villa, y el
puente de la Herrería (en la entrada de Caldas).
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