Varios son
los testimonios que nos han llegado hasta nuestros días sobre el pasado Romano en Ourense. Uno de
ellos, y de los mas conocidos, es el puente romano, también conocido
como Ponte Vella o Ponte Maior.
Se trata de una de las mayores obras
romanas en toda Galicia y su utilidad permaneció sin competencia
como único medio de cruzar el río hasta bien entrado el siglo XX,
exactamente en el año 1918, fecha de inauguración del segundo
puente, el "Ponte Nova". Su construcción se remonta a épocas de Augusto, aunque
hay quien asegura que viene del mandato de Trajano.
Posteriormente,
entre la época medieval y el siglo XVIII, el puente sufrió varias
modificaciones. La última en 1870, donde lamentablemente fueron
eliminados la torre y tres arcos de los 10 que tenía en esta época. Su
longitud era prácticamente la misma de hoy en día, pero con algún arco más.
La parte mas próxima al casco viejo de la ciudad es íntegramente romana, no así el arco central ni los que se sitúan hacia su derecha, que sufrieron modificaciones medievales y posteriores.
La parte mas próxima al casco viejo de la ciudad es íntegramente romana, no así el arco central ni los que se sitúan hacia su derecha, que sufrieron modificaciones medievales y posteriores.
Sus grandiosas medidas nos dan una idea de su monumentalidad: 208,8 m de largo con una altura máxima en su arco central de 33,25 m.
Con estas medidas se convierte en uno de los puentes más importantes de la península, con uno de los arcos más grandes, con una luz de 38,20 m.
La historia de la ciudad de Ourense va unida a la historia de esta fantástico e histórico puente, que fue declarado por decreto monumento histórico en 1961.
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