martes, 27 de diciembre de 2011

Monumentos en Vigo - 5


Con un fajo de periódicos bajo el brazo izquierdo y sosteniendo con el índice de la mano derecha un ejemplar de FARO en equilibrio, Castro fue durante años uno de los referentes de la calle del Príncipe. Una escultura perpetúa su memoria.

 J. MOSQUERA Desde ayer (22/12/2011), una estatua a tamaño natural rinde homenaje en la calle del Príncipe al popular vendedor de periódicos Manuel Castro, justo en la zona donde durante muchos años desarrolló su actividad repartiendo el FARO DE VIGO.

Castro fue un vendedor de periódicos muy conocido que al quedar sin kiosco vendió prensa en la calle, prácticamente entre Príncipe y la Porta do Sol, desde la madrugada y hasta bien entrada la noche. Voceaba FARO, el periódico deportivo Meta, La Noche, de Santiago y el diario Pueblo, de Madrid, entre otros.
Utilizaba para depositar los paquetes de periódicos lugares como La Norma o las escaleras de acceso a Alfredo Romero, hoy Cortefiel, abanicando el suelo con el ejemplar que llevaba en la mano para dejar perfectamente limpio el lugar donde los colocaba.
Su imagen, con un fardo de periódicos bajo el brazo izquierdo, y sujetando varios décimos de lotería y sosteniendo con el índice de su mano derecha el FARO del día hasta que "lo colocaba" a algún cliente, fue uno de los referentes de la calle del Príncipe.
Diez años de espera
La estatua fue realizada por Jandro, un escultor vinculado a la Fundición Nautilus, pesa 300 kilos y mide 2,30 metros de altura, y ha sufrido algunos cambios sobre el original.
Han tenido que pasar más de diez años para que el Concello decidiera plantar esta estatua, pues fue encargada durante el mandato de Lois Pérez Castrillo, permaneciendo desde entonces en una fundición de Tomiño hasta su ubicación en el lugar previsto y donde incluso se habían instalado los anclajes.

El alcalde, que descubrió estatua y placa, agradeció a su anterior teniente de alcalde, Domínguez Olveira que durante su etapa como concejal de Castrillo, hubiera tenido "la sensibilidad de promover este homenaje" y manifestó que con su instalación en Príncipe, "se quiere rendir también un homenaje a quienes trabajan en la prensa".
(Fuente: Faro de Vigo)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ponteareas - Puente de Los Remedios





Este puente da nombre a la villa que lo cobija, Ponteareas, cuya traducción literal sería "puente-arenas", aunque "Areas" realmente sea el nombre de la parroquia que es unida por este. El río Tea, gran afluente del Miño, discurre por toda la comarca y pasa por esta localidad al que está histórica y naturalmente unido. Sobre él se localizan una serie de puentes de orígenes romanos que servían para comunicar dos grandes áreas.


 Los orígenes de este puente lo tenemos que buscar en los ingenieros romanos que tantas infrastucturas brindaron a nuestra comunidad y al resto de la península. Lo que está claro es que la comarca del Condado, comarca donde se enmarca Ponteareas, está llena de vestigios romanos, como así lo atestiguan los restos de una villa romana encontrados en la parroquia de Angoares, a escasa distancia de Ponteareas. Se piensa que por aquí pasó una vía romana, quizás, la XIX, del itinerario de Antonino Pío, que comunicaba Bracara Augusta  (Braga en Portugal) con Asturica Augusta (Astorga).


 Realmente este puente está vuelto a construir sobre estas bases romanas, ya en época medieval o algo posterior (sobre el siglo XIII) y así han permanecido hasta nuestros días. El puente tiene cuatro arcos, dos semirciculares y dos ligeramente apuntados, traza claramente medieval. Contra corriente dispone de dos gruesos tamajares. No hace mucho aún era utilizado para pasar vehículos de una ribera a otra. Menos mal que hoy no se permite el tránsito y menos cuando tenemos un moderno puente a tan solo unos 50 mt río arriba.


A pesar de situarse muy cerca del núcleo urbano el lugar presenta un hermoso escenario con el río Tea a sus pies. El camino del puente nos llevará a una pequeña ermita en honor a San Roque.


 Este lugar no está exento de leyendas, y la mas conocida nos cuenta como la mujer que no da tenido hijos a causa de abortos, acudirá a medianoche y al primer viandante que pase le pedirá que diga unas palabras rituales y oraciones y derrame agua del río recogido con una taza atada a una cuerda, sobre ella, como si de un bautizo prenatal se tratara, mientras la mujer tira unas monedas al río. Una vez nacido el niño, esa persona deberá apadrinarlo. Este rito también está extendido por muchos otros puentes de Galicia y muy cerca de este en especial, en el puente de Moreiras.


(Fuente: GaliciaMaxica)

jueves, 15 de diciembre de 2011

A Guia - Vigo



Dentro de la Ria de Vigo, en un promontorio que se eleva a 126 m de altura se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Guía. Se sitúa por encima de un pequeño saliente sobre el mar, llamado Punta de Areíño. Se dice que su nombre viene de la conjunción de las palabras en gallego "niño da aguia" (Nido del águila) y también por la referencia de este montículo para los navegantes. Este pequeño monte rebosa de historia, pues en él se ubicaba un castro que posteriormente fue romanizado. 

 Siglos después sirvió de ubicación para la colocación de baterías para la defensa de la ria. Antes de la construcción que tenemos hoy en día, había aquí una antigua ermita, que se supone del siglo XVI. Era de planta rectangular con cubierta de madera y tejado a dos aguas. Sus muros eran blancos y estos hacían de referencia para los navíos que se adentraban en la ria. Estaba dedicada a la Virgen de las Nieves. 

 
En el siglo pasado, Antonio Palacios, quiso crear una gran obra al estilo del Templo Votivo de Nigrán, pero sus planes nunca llegaron a realizarse. La construcción de la nueva iglesia se produjo en 1951 y fue llevada a cabo por Manuel Gómez Román. Se dedicó a la Virgen de la Guía y al sagrado Corazón. De la construcción creada por este destaca la torre lateral de planta cuadrada. La iglesia fue construida en granito, con planta basilical y ábside poligonal. Contiene lienzos de pared caleada de color blanco. El arte barroco gallego sirvió de inspiración para diversos aspectos decorativos como el frontón de la fachada principal. 



Pero no solo podremos mencionar el templo en sí, sino que también destacaremos el hermoso marco natural donde se encuentra. 
Sobre el mar se eleva este promontorio que nos deja espectaculares vistas de la ria, tanto hacia la boca con las Islas Cíes, como para el interior con el Puente de Rande y la Ensenada de San Simón. 




 También durante la subida al monte se pueden contemplar varias esculturas, piezas marinas, algunas de ellas rescatadas de los galeones hundidos en la batalla de Rande. Y un Vía Crucis que sube desde la base del monte hasta lo alto donde se ubica el templo.









Y para quienes gusten de la arqueología, antes de la subida al monte, desviando a la derecha por el camino Gondosende, encontrarán varios petroglifos en medio de un cruce de calles (ver: Petroglifos en el Vigo Urbano)





 

En definitiva, este parque y su ermita es para los vigueses uno de sus símbolos, como lo pueden ser también, el Monte del Castro o el Puente de Rande.
(Fuente: GaliciaMaxica)